Bolas que se rompen a la mínima de cambio, calcetines que no aguantan el calor de la chimenea y luces que se apagan a las pocas horas. La mayoría de nuestros adornos navideños son efímeros, iguales en todas las casas e inevitablemente terminan en una caja guardada en algún lugar perdido. Podemos mirar para el color de nuestras paredes como parte de la decoración navideña. Una decoración original, que da una nueva vida a tu hogar y permanece para las próximas navidades.
Crea una pared con destaque y aprovecha este rincón para colocar tu árbol de Navidad. Y, si no hay espacio, ¿por qué no hacer un árbol para colgar en la pared?