Cerámicas: las superficies deberán estar limpias, secas y libres de aceite, grasa o otros contaminantes.
Hormigón: el hormigón debe tener como mínimo 28 días de curado, una resistencia mínima a la tracción de 1,5 N/mm² y una resistencia mínima a la compresión de 25 N/mm². La superficie debe estar limpia, seca, sin lechadas, pinturas viejas y otros contaminantes, y con la rugosidad apropiada.
Acero: chorrear el acero al grado Sa 2½, según ISO 8501-1. El perfil de rugosidad se debe ajustar, en función del espesor del producto a aplicar. Eliminar residuos de polvo y abrasivo de la superficie. Estas indicaciones son genéricas, aplicables a varios productos y meramente informativas.
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