La percepción del color en el espacio se altera conforme el tipo de luz. Como punto de partida, es conveniente tener en cuenta que los colores más claros reflejan la luz y amplían los ambientes; en cambio, los tonos más oscuros la absorben provocando el efecto de reducir las estancias. Así, a la hora de escoger un color, desde CIN Valentine recomendamos probarlo en varios momentos del día y con varios tipos de iluminación. Solo así podrás saber si es el indicado.
La orientación de nuestro hogar influye en la percepción del color. Por ejemplo, las salas orientadas al norte reciben menos luz solar directa, por lo que se puede jugar con colores claros como los tonos crema, ocre o amarillo para aportar calidez. El E377 Flor de Loto es una opción ideal para conseguir este efecto. Si dan al sur, reciben más sol y permiten utilizar colores más atrevidos como los verdes, azules o naranjas vibrantes. Para las casas que reciben el sol por la tarde, resulta más conveniente combinar colores con tonalidades más frías para contrarrestar la excesiva calidez de la luz del atardecer. Un ejemplo perfecto sería el color E137 Tierra Malva, también el E293 Rosa Tiza, tonalidades rosadas, suaves y envolventes que ayudarán a rebajar la calidez durante ciertas horas del día.
Si usas una iluminación artificial, ten presente que hay numerosas posibilidades de que esta influya en el color también. Los fluorescentes, por regla general, emiten una luz azul y fría que amortece los colores. El resplandor de los focos incandescentes, que son los que se usan normalmente en las casas, es amarillo e intensifica los colores cálidos. Por otro lado, los focos incandescentes halógenos proporcionan una luz más blanca y distorsionan muy levemente los tonos.
Así, el color escogido nos puede ayudar a ampliar estancias gracias a la proyección de la luz. Sin duda, el blanco es el color por excelencia para ampliar visualmente un espacio, pero no es la única opción: grises, beiges o vainillas, como E680 Alpaca Grey, E381 Dolce Vita o A746 Calcáreo, son igual de válidos porque reflejan la luz. También naranjas o malvas ayudarán en estancias con falta de luz, ya que captarán la poca que la zona reciba.
Si queremos apostar por colores intensos u oscuros, es importante fijarnos en la luz con la que cuenta la estancia, ya que necesitan de una iluminación un tanto intensa para no dar la sensación de que las paredes ‘caen’. Los tonos vivos son ideales para espacios con mucha luz, pues la sensación de amplitud impedirá que el color domine y sea cargante.